domingo, 2 de noviembre de 2025
Cantos Eucarísticos para Adorar a Jesús Vivo en el Santísimo Sacramento 🙏 ✝️ | Música Católica
Fieles Difuntos: 2 de noviembre de 2025
En la casa de mi Padre hay muchas moradas.
INTRODUCCIÓN
Señor, ayer celebramos el día de todos los santos y hoy la liturgia nos invita a celebrar la Misa por nuestros difuntos. Y hay una relación entre un día y otro. De hecho, los cristianos llamamos al lugar de los muertos “campo santo”, es decir, un campo sembrado de santos. Haz, Señor, que yo rece hoy por mis difuntos y eleve mi mirada por encima de las tumbas, como hizo Jesús sobre la tumba de Lázaro. No es cuestión de mirar el cadáver sino mirar al cielo donde está nuestro Padre Dios donde Él nos espera para darnos el abrazo definitivo.
TEXTOS BÍBLICOS
1ª lectura: Lam. 3,17-26; 2ª lectura: Rm. 6,3-9
EVANGELIO
Juan 14:1-4
“No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
REFLEXIÓN
Meditación-reflexión sobre una visita provechosa al cementerio.
¿Qué he visto en el cementerio? Lágrimas, flores y gente rezando.
- Lágrimas. He visto llorar a las personas, especialmente a las que acaban de perder algún ser querido. Son lágrimas de impotencia. Mientras hay vida hay esperanza, y hemos luchado hasta el final. Pero hay un momento en que los médicos tiran la toalla y dicen: hasta aquí hemos llegado. La muerte nos aboca a todos a pensar en nuestra limitación, nuestra fragilidad, nuestra impotencia. Aquí debería quedar abatido nuestro orgullo, nuestra soberbia. ¡No somos nada! Y, sin embargo, esa nada que yo soy, es amada por Dios. La última palabra no la tiene la muerte sino el amor. “Cuando yo le digo a una persona: te amo, es como si le dijera: tú no morirás” (G. Marcel). No moriremos porque el Padre Dios que ha preparado una casa grande para todos, no puede quedar defraudado.
- He visto flores, muchas flores. Si miramos hacia abajo, ahí están los restos de nuestros seres queridos. Ya todo se ha convertido en cadáver, corrupción, hediondez. Levantemos pronto la vista porque nos hace daño. Pero seamos realistas: lo que nosotros somos, ellos lo fueron; lo que ellos son, nosotros lo seremos. Aprendamos de la muerte la gran lección de la vida. En la superficie: flores, muchas flores. Son símbolo del amor. Es como decir a nuestros seres queridos: No os hemos olvidado. Estáis vivos en nuestra memoria y en nuestro corazón. Queremos cubrir vuestros huesos fríos con el manto caliente de nuestro cariño.
- Gente rezando. En la cima de nuestras sepulturas siempre hay un crucifijo que nos da esperanza. De hecho, cada uno se retira a la sepultura de sus familiares, guarda silencio y reza. Nuestra fe nos dice que entre nosotros y nuestros difuntos no hay un muro que nos separa sino un puente de fe y de amor que nos une. Cuando San Ignacio mártir iba a Roma camino del martirio para ser devorado por las fieras, decía: “Bello es que el sol de mi vida se apague, para que en Él yo amanezca”. Cuando el sol se pone por el Occidente, da la impresión que desaparece; pero no es así: va a iluminar otros mundos. Un día yo también me pondré, como el sol, pero me pondré con el Sol-Jesús que me acompañará para brillar en un Mundo Nuevo.
Es importante llevar a la Eucaristía a nuestros seres queridos. “Si comulgamos nos encontramos todos tan fuertemente unidos que ya solo somos el único cuerpo de Cristo. Su sed de Dios es la nuestra. Nuestro anhelo de ver al Señor es el suyo. Compartimos esperanza. Soñamos con experimentar la misma ternura, la misma dulzura, el mismo gozo, la misma plenitud” (Fr. Agrelo).
Palabra del Papa.
“En el pueblo de Dios, con la gracia de su compasión donada en Jesús, tantas familias demuestran, con los hechos, que la muerte no tiene la última palabra y esto es un verdadero acto de fe. Todas las veces que la familia en el luto – incluso terrible – encuentra la fuerza para custodiar la fe y el amor que nos unen a aquellos que amamos, impide a la muerte, ya ahora, que se tome todo. La oscuridad de la muerte debe ser afrontada con un trabajo de amor más intenso. «¡Dios mío, aclara mis tinieblas!”, es la invocación de la liturgia de la tarde. En la luz de la Resurrección del Señor, que no abandona a ninguno de aquellos que el Padre le ha confiado, nosotros podemos sacar a la muerte su “aguijón”, como decía el apóstol Pablo (1 Cor 15,55); podemos impedirle envenenarnos la vida, de hacer vanos nuestros afectos, de hacernos caer en el vacío más oscuro”. Papa Francisco (17-06-2015)
PREGUNTAS
1.- Yo sé que voy a morir, pero ¿Ya me lo creo? ¿En qué se nota?
2.- Creo que Jesús ha resucitado, pero ¿de verdad creo que voy a resucitar yo?
3.- ¿Estoy convencido de que, para un cristiano, cualquier tiempo pasado fue peor? ¿Sé que lo mejor está por venir?
El Canto de las Monjas del Alba 🌅 Voces Angelicales
El Día de los Fieles Difuntos
sábado, 1 de noviembre de 2025
ADORACIÓN CATÓLICA | Tú Eres Mi Refugio Fiel – MÚSICA PARA ORAR Y ENCONTRAR PAZ
Todos los Santos: 1 de noviembre de 2025
Bienaventurados…
INTRODUCCIÓN
En esta fiesta celebramos la «bondad» se encuentre donde se encuentre. Es una fiesta de optimismo, porque, a pesar de todas las noticias negativas de los telediarios, hay mucho bien en el mundo si sabemos descubrirlo. Es cierto que mete más ruido uno tocando el tambor que mil callando. Por eso nos abruma el ruido que hace el mal y no nos queda espacio para descubrir el bien, que es mucho más fuerte y está más extendido que el mal (F. Marcos).
LECTURAS BÍBLICAS
1ª lectura: Apo. 7, 2-4.9-14. 2ª lectura: 1Jn. 3, 1-3
EVANGELIO
San Mateo 5, 1-12:
Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»
REFLEXIÓN
Hoy es el día de todos los santos. No de los santos de altar, de aquellos que necesitan milagros para ser reconocidos por el Papa. Son los santos innominados que no necesitan reconocimiento oficial, pero que están reconocidos por el Padre Dios “que ve lo que hay en el corazón de cada uno”. ¿Cuáles son las características de estos santos? Veamos:
1.- Los santos son muchos (1ª lectura). Algunas sectas interpretan los números al pie de la letra y dicen que sólo se salvan los 144 .000 que dice la Biblia. Y no se dan cuenta que es un número simbólico que resulta de multiplicar 12 (tribus de Israel) por 12 (apóstoles) y añadir mil que indica plenitud. Por eso, el mismo texto dice al final que “era una multitud tan grande que nadie podía contar”. Esto, para nosotros, es muy importante en este día. Si son tantos los santos que nadie puede contar… ¿No voy a estar yo entre ellos? ¿Y mi familia, y mis amigos, y, sobre todo, todos los amigos que tiene Dios? Por eso hoy el pueblo fiel se desplaza al cementerio a visitar y a rezar a “sus santos”. El templo hoy se traslada al cementerio y cada sepultura queda convertida en un altar.
2.– Lo primero que se necesita para ser santo es dejarse amar por Dios (2ª lectura). ¡Mirad qué amor nos ha tenido el Padre!… En este mundo hay cosas muy bellas que nos invitan a contemplarlas: las montañas nevadas, los bosques, los mares, la sonrisa de los niños etc. Pero nada tan bello y tan digno de ser contemplado como “el amor que Dios–Padre nos tiene”. Lo primero para ser santo es “sentirse querido por Dios”. En este maravilloso texto de Juan descubrimos un pasado, un presente y un futuro.
Pasado: Mirad que amor nos ha tenido. El mejor comentario lo hace San Pablo en la carta a los Efesios cuando dice: “Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante Él por el amor”.
En Cristo todos tenemos una pre-existencia. Antes de la creación del mundo el Padre nos ha visto ya en Cristo. Desde toda la eternidad todos hemos sido objeto de unos sueños eternos.
Presente. ¡Lo somos! Da la sensación de que el apóstol Juan no acabara de creérselo. Es como esos papás que han estado años esperando un hijo y por fin les llega. No caben de alegría y exclaman ¡Somos papás! ¡Lo somos!
Futuro. “Aún no se ha manifestado lo que seremos”. Para el apóstol el futuro va a ser mucho mejor que el presente y el pasado. Si un Padre, ya en este mundo, nos trata de esa manera ¿Qué hará con nosotros cuando lleguemos al cielo? De un Padre inmensamente poderoso e infinitamente bueno se puede esperar cualquier cosa. ¡Es tiempo de soñar! Una eternidad se pasó Dios soñando en nosotros. ¿Es mucho que nosotros nos pasemos este breve tiempo de la vida soñando en Él? Sabemos que todos nuestros sueños se quedarán cortos.
3.– El santo es aquel que logra ser feliz ya en este mundo. (Evangelio). Un Dios que tanto nos ama, no espera a que seamos felices sólo después de la muerte. Quiere que seamos felices ya en este mundo, y ya desde aquí, anticipemos la felicidad que nos espera. La causa de nuestra felicidad es que Dios está de nuestra parte. Los pobres pueden ser felices no porque carecen de medios sino porque tienen en su corazón a Dios como suprema riqueza. Y cuando Dios está en el corazón, cambia la vida de las personas: se pone la alegría no en acumular sino en compartir; no en dominar sino en servir; no en ser más importante sino en hacerse humilde, imitando así a Jesús que, cuando pronunciaba las bienaventuranzas, estaba expresando lo que Él estaba viviendo por dentro. Con la irrupción del Reino de Dios este mundo cambiará y los pobres sociológicos serán acogidos como hijos del Padre bueno y hermanos de los que han puesto en sus corazones a Dios como Rey.
PREGUNTAS
1.– El hecho de ser muchos los que se salvan, ¿me anima a mí a trabajar por conseguir la santidad?
2.- ¿Estoy convencido de que el camino auténtico para ser santo es dejarme amar por Dios? ¿Es esto tan difícil?
3.- ¿Estoy convencido de que Dios quiere que seamos felices ya en esta vida? ¿Estoy dispuesto a experimentarlo siguiendo a Jesús?
viernes, 31 de octubre de 2025
El sentido cristiano de la víspera de Todos los Santos
HORARIO DE MISAS. TODOS LOS SANTOS Y FIELES DIFUNTOS
Todos los
Santos y Fieles Difuntos:
horario de misas
Día 31 DE OCTUBRE,VIERNES
12:00 HOSPITAL SAN PEDRO
19:00 PARROQUIA SAN PÍO X
**********
Día 1 DE NOVIEMBRE, SÁBADO
Todos los Santos:
10:30 HOSPITAL SAN PEDRO
12:00 PARROQUIA SAN PÍO X
**********
Día 2 DE NOVIEMBRE, DOMINGO
Fieles Difuntos:
10:30 HOSPITAL SAN PEDRO
12:00 PARROQUIA SAN PÍO X
jueves, 30 de octubre de 2025
Lectio Divina: 31 de octubre de 2025
¿Es lícito curar en sábado, o no?
1.- Introducción.
Señor, de nuevo los testarudos fariseos a la carga. ¡Cuánta paciencia tuviste con ellos! Les dijiste una y otra vez que el amor es lo primero, que todo lo que se hace sin amor no sirve; que el obrar con amor nos llena de gozo y que el mero cumplimiento de la ley nos lleva a la tristeza. Se lo dijiste mil veces a ellos y también nos lo dices a nosotros. Y, sin embargo, todavía seguimos amarrados a las normas porque éstas nos dan seguridad. ¿Habrá más seguridad que vivir en el amor? ¿Habrá más alegría que el sentirte en brazos de Dios, nuestro Padre? Hazme, Señor, cristiano, pero cristiano de verdad.
2.- Lectura reposada del evangelio. San Lucas 14, 1-6
Un sábado entró Jesús en casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, y ellos le estaban observando. Había allí, delante de él, un hombre hidrópico. Entonces preguntó Jesús a los maestros de la ley y a los fariseos: ¿Es lícito curar en sábado, o no? Pero ellos se callaron. Entonces le tomó, le curó, y le despidió. Y a ellos les dijo: ¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento? Y no pudieron replicar a esto.
3.- Qué dice el texto.
Meditación –reflexión
La pregunta de Jesús y la respuesta de los fariseos es bien distinta. ¿Por qué pregunta Jesús? ¿Pregunta por el tiempo que hace? ¿Pregunta por el lugar donde vamos a pasar las vacaciones? ¿Pregunta cómo van las acciones en la Bolsa? Esas preguntas superficiales Jesús no las hace. Jesús pregunta por cosas serias. ¿Se puede hacer el bien? ¿Hay mucha gente que sólo piensa en hacer el mal; pero ¿hay alguien que se atreva a prohibir hacer el bien? ¿Para qué estamos en la vida si no es para eso? ¿En nombre de quien se puede prohibir hacer el bien a todas las personas? A estas preguntas de profundidad, los fariseos dan la callada por respuesta. ¿Por qué se callan? Porque tienen una ley que, según ellos viene de Dios y prohíbe trabajar en sábado, incluso si el trabajo consiste en hacer el bien. Jesús no puede estar de acuerdo con esta manera de tergiversar la misma ley de Dios. Precisamente el sábado, día en que cesan las labores de la semana, es el día dedicado a Dios y a los hermanos. ¿O es que se puede ofender a Dios haciendo el bien a sus hijos? Cuando la religión se vive, vaciándola del contenido del amor, se pueden cometer verdaderos disparates. Sólo cuando el amor es el centro de la vida, podemos estar centrados en nuestra fe.
Palabra del Papa
El camino para ser fieles a la ley, sin descuidar la justicia, sin descuidar el amor es el camino contrario: desde el amor a la integridad; desde el amor al discernimiento; desde el amor a la ley. Este es el camino que nos enseña Jesús, totalmente opuesto al de los doctores de la ley. Y este camino del amor a la justicia, lleva a Dios. En cambio, el otro camino, el de estar apegados únicamente a la ley, a la letra de la ley, lleva al cierre, lleva al egoísmo. El camino que va desde el amor al conocimiento y al discernimiento, al cumplimiento pleno, conduce a la santidad, a la salvación, al encuentro con Jesús. Mientras que, este otro camino lleva al egoísmo, a la soberbia de sentirse justos, a esta santidad entre comillas de las apariencias, ¿no? Jesús le dice a esta gente que le gusta mostrarse a la gente como hombres de oración, de ayuno…: Pero, haced lo que dicen, pero no lo que hacen. Estos son los dos caminos y hay pequeños gestos de Jesús que nos hacen entender este camino del amor al conocimiento pleno y al discernimiento. Jesús nos lleva de la mano y nos sana. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 31 de octubre de 2014, en Santa Marta).
4.-Qué me dice esta palabra meditada. (Guardo silencio)
5.- Propósito: Hoy es el día en que voy a hacerme una pregunta vital para mí: ¿Estoy contento con lo que hago? ¿Y con el modo de hacerlo?
6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Señor, hoy te voy a pedir una cosa: esa tenacidad que los fariseos tenían con la ley, con las tradiciones, haz que yo la tenga con la fuerza del amor que Tú nos has dejado como testamento, poco antes de morir. Haz que yo sepa amar como Tú nos has amado. No quiero más leyes ni más reglamentos.
miércoles, 29 de octubre de 2025
Lectio Divina: 30 de octubre de 2025
“Como una gallina cuida a su nidada bajo las alas”
1.- ORACIÓN INTRODUCTORIA.
Señor, hoy me impresiona mucho esa admiración sobre la ciudad santa: ¡Jerusalén, Jerusalén! ¡Cuántas historias de fe, cuántos salmos recitados con alegría en el templo, cuántas experiencias vividas, cuánto anhelo, cuánto mimo, cuánto ensueño! Y ahora Jerusalén, la esposa amada, se vuelve en contra de Jesús para matarle. ¡Qué abismo de maldad por parte del hombre y qué abismo de bondad por parte de Dios!
2.- Lectura reposada de la Palabra de Dios. Lucas 13,31-35
En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte.» Él les contestó: «Id a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado. Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén.
«¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido! Pues bien, se os va a dejar desierta vuestra casa. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!»
3.- Qué dice la Palabra de Dios.
Meditación-reflexión.
Todavía hoy impresiona visitar ese lugar en que Jesús lloró viendo la ciudad de Jerusalén. Llora un corazón herido por el dardo de la ingratitud. Como buen judío, Jesús amaba su tierra, sus calles y plazas, su ciudad, su Templo. Y hoy, ante la ciudad, puede hacer suyas las palabras del profeta: “Pueblo mío, qué te he hecho, en qué te he ofendido, respóndeme” (Miqueas 6,3). Es la triste historia de Israel, una esposa muy amada por su Dios, y sin embargo, infiel a Él. Jesús ha querido reunir a su pueblo con la ternura y cariño de una gallina que cobija a sus polluelos bajo sus alas, y ¡no ha querido aceptar ese cariño! Pero, no tiremos balones fuera. Esa Jerusalén amada por Jesús está dentro de mí y dentro de ti. Dios nos ha amado desde toda la eternidad; desde siempre hemos sido objeto de un sueño de Dios. Durante nuestra vida hemos recibido mil gracias de Dios. Hemos pecado y el Señor nos ha perdonado sin pasarnos factura de nada. Sólo nos ha implorado, con mirada suplicante de náufrago, una respuesta de amor. Y hemos sido tan ingratos que se la hemos negado. Al menos, en lo que nos quede de vida, hagamos nuestra profesión de fe: Creemos en un Dios que es Amor y convierte en amor todo lo que Él toca. Creemos en un Dios que es Amor y sólo tiene una preocupación, una obsesión: que todos nosotros seamos felices. Y nosotros sabemos que solamente podemos ser felices con Él.
Palabra del Papa:
“El Santo Padre destacó que antes de que ningún hombre pudiera haber amado a Dios, “fue Él quien nos amó en primer lugar. Él es el primero en amar”. “Dios es así: siempre es el primero en actuar. Es el primero en esperarnos, el primero en amarnos, el primero en ayudarnos”. Este amor de Dios encierra un gran misterio: “Es un amor que no se puede comprender. Un amor que supera toda conciencia. Lo supera todo. Así de grande es el amor de Dios. Un poeta decía que era como ‘el mar sin orillas, sin fondo…’, un mar sin límites. Esto es el amor que debemos entender, el amor que recibimos”. “Las obras de misericordia son el camino de amor que nos enseña Jesús en continuidad con el amor de Dios”. Las obras de misericordia “son la continuidad del amor de Dios que se empequeñece, llega a nosotros y nosotros lo llevamos adelante”, finalizó el Santo Padre. (Vaticano 8-junio-2º18)
4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio)
5.- Propósito: Hoy visitaré a una persona enferma que necesita mi presencia.
6.- Dios me ha hablado hoy a mí con su Palabra y ahora yo le respondo con mi oración
Señor, he comenzado mi oración con una admiración sobre una ciudad: Jerusalén. Y quiero acabar mi oración con otra admiración sobre una persona: JESÚS. ¡Qué bueno eres! Te llenas de cariño hasta derramar lágrimas sobre nosotros cuando nos resistimos a tu amor. Yo esta tarde quiero rendirme ante Ti. Quiero vivir en Ti con el calor y cariño de un pollito bajo las alas de su madre. Quiero sentir tu cercanía, tu amor, tu ternura. Si Jerusalén no quiso cobijarse bajo tus alas, yo sí quiero vivir siempre cobijado bajo tu amor de madre.
Triduo por los Fieles Difuntos - Día 3
- Oración y ofrenda en la Misa: Al participar en la Eucaristía, pueden ofrecerse de manera especial por los difuntos. Se pueden utilizar oraciones específicas que se encuentran en los materiales litúrgicos del Jubileo para este propósito, como la oración de las ofrendas que eleva el rostro de Cristo y su sacrificio por la redención de todos.
- Peregrinación: La peregrinación a pie o en grupos hacia santuarios jubilares es un elemento central. Durante estas peregrinaciones, se pueden llevar en el corazón las intenciones por los difuntos, y se anima a reflexionar sobre su descanso eterno.
- Participación en celebraciones: Es posible participar en celebraciones de oración, reconciliación y adoración eucarística en lugares sagrados. Estas celebraciones, además de ser una oportunidad de renovación espiritual, también pueden ser un espacio para encomendar a los difuntos a la misericordia de Dios.
- Indulgencia plenaria: Para obtener la indulgencia plenaria, además de las peregrinaciones y celebraciones, se debe cumplir con la confesión sacramental y la comunión, además de orar según las intenciones del Papa. Se puede pedir que la indulgencia sea aplicada a un fiel difunto, ya sea para sí mismo o para otro.
- Obras de misericordia: El Jubileo también fomenta las obras de misericordia. Se puede extender esta intención a los difuntos a través de la caridad, la solidaridad y el acompañamiento a los que sufren, como también puede ser una forma de acercar la esperanza del Evangelio a quienes han perdido a sus seres queridos. LA GRACIA DE LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS
Triduo por los Fieles Difuntos - Día 2
- Oración y ofrenda en la Misa: Al participar en la Eucaristía, pueden ofrecerse de manera especial por los difuntos. Se pueden utilizar oraciones específicas que se encuentran en los materiales litúrgicos del Jubileo para este propósito, como la oración de las ofrendas que eleva el rostro de Cristo y su sacrificio por la redención de todos.
- Peregrinación: La peregrinación a pie o en grupos hacia santuarios jubilares es un elemento central. Durante estas peregrinaciones, se pueden llevar en el corazón las intenciones por los difuntos, y se anima a reflexionar sobre su descanso eterno.
- Participación en celebraciones: Es posible participar en celebraciones de oración, reconciliación y adoración eucarística en lugares sagrados. Estas celebraciones, además de ser una oportunidad de renovación espiritual, también pueden ser un espacio para encomendar a los difuntos a la misericordia de Dios.
- Indulgencia plenaria: Para obtener la indulgencia plenaria, además de las peregrinaciones y celebraciones, se debe cumplir con la confesión sacramental y la comunión, además de orar según las intenciones del Papa. Se puede pedir que la indulgencia sea aplicada a un fiel difunto, ya sea para sí mismo o para otro.
- Obras de misericordia: El Jubileo también fomenta las obras de misericordia. Se puede extender esta intención a los difuntos a través de la caridad, la solidaridad y el acompañamiento a los que sufren, como también puede ser una forma de acercar la esperanza del Evangelio a quienes han perdido a sus seres queridos.
Triduo por los Fieles Difuntos - Día 1
- Oración y ofrenda en la Misa: Al participar en la Eucaristía, pueden ofrecerse de manera especial por los difuntos. Se pueden utilizar oraciones específicas que se encuentran en los materiales litúrgicos del Jubileo para este propósito, como la oración de las ofrendas que eleva el rostro de Cristo y su sacrificio por la redención de todos.
- Peregrinación: La peregrinación a pie o en grupos hacia santuarios jubilares es un elemento central. Durante estas peregrinaciones, se pueden llevar en el corazón las intenciones por los difuntos, y se anima a reflexionar sobre su descanso eterno.
- Participación en celebraciones: Es posible participar en celebraciones de oración, reconciliación y adoración eucarística en lugares sagrados. Estas celebraciones, además de ser una oportunidad de renovación espiritual, también pueden ser un espacio para encomendar a los difuntos a la misericordia de Dios.
- Indulgencia plenaria: Para obtener la indulgencia plenaria, además de las peregrinaciones y celebraciones, se debe cumplir con la confesión sacramental y la comunión, además de orar según las intenciones del Papa. Se puede pedir que la indulgencia sea aplicada a un fiel difunto, ya sea para sí mismo o para otro.
- Obras de misericordia: El Jubileo también fomenta las obras de misericordia. Se puede extender esta intención a los difuntos a través de la caridad, la solidaridad y el acompañamiento a los que sufren, como también puede ser una forma de acercar la esperanza del Evangelio a quienes han perdido a sus seres queridos.
- LA GRACIA DE LA CONVERSIÓN
martes, 28 de octubre de 2025
Lectio Divina: 29 de octubre de 2025
Entrad por la puerta estrecha
1.- Oración introductoria.
Señor, la lectura de hoy me parece muy difícil. No la puedo entender. ¿Cómo dices que hay que entrar por la puerta estrecha? ¿Acaso no has rezado tú mismo el salmo que dice: “Tú que en el aprieto, me diste anchura”? (Sal. 4,2). Angustia viene de angosto y Tú quieres que vivamos con el alma “ensanchada” y no “angustiada”. Dame tu luz para descubrir, en esta oración, el profundo significado de tus palabras.
2.- Lectura reposada del evangelio: Lucas 13, 22-30
En aquel tiempo Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: «¡Señor, ábrenos!» Y os responderá: «No sé de dónde sois.» Entonces empezaréis a decir: «Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas»; y os volverá a decir: «No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!» «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.
3.- Qué dice el texto.
Meditación y reflexión
El famoso especialista en Lucas, François Bovon comienza el comentario a este texto, diciendo: “Si este pasaje se nos hubiera transmitido en un solo fragmento de un papiro, nos daría una imagen muy severa del mensaje de Jesús”. Por eso, él mismo nos advierte de la necesidad de mirar el evangelio en su conjunto y en su contexto. No olvidemos que es precisamente Lucas el evangelio de la bondad y de la misericordia de Jesús, el único que nos trae la más maravillosa de las parábolas: “la del Padre bueno a quien le traiciona el corazón” (Lc.15,11-32). Esto no quita el que debamos tener muy presentes las serias advertencias de Jesús sobre la exigencia de su seguimiento. Por otra parte, la doctrina de los fariseos dominantes en la época de Jesús, decía: “Todo Israel tiene participación en el mundo venidero” (Mishna, Sanhedrin 10,1). Tal vez estas palabras de Jesús vayan dirigidas a los fariseos de todos los tiempos que se creen “raza escogida” y por el hecho de pertenecer al pueblo de Dios, a la Iglesia, a la institución clerical etc, uno ya está salvado. El único que nos puede salvar es Jesús. Y el único que nos puede decir cuál es el camino seguro para salvarse, es Jesús. Nos podemos preguntar: ¿De verdad dijo Jesús esas palabras? Algunos quieren matizarlas al hablar de unas puertas estrechas, que apenas podían pasar los camellos cuando no llevaban carga, y que les era imposible cuando estaban cargados. Dejemos las palabras como aparecen en el evangelio: “es más fácil que un camello pase por el agujero de una aguja que entre un rico en el reino de los cielos” (Mc. 10,25). Entonces, ¿Quién puede salvarse? Y dice el evangelio: ¡Nadie! si se trata de salvarse el hombre por sus solas fuerzas. “Pero lo que es imposible a los hombres es posible para Dios” (Lc. 18,27). Por el hecho de ser libres, tenemos muchas puertas delante de nosotros. Pero la puerta de la salvación es una: “Yo soy la puerta” (Juan 10,9). Y la puerta de Jesús es “la puerta del amor”. Esta puerta del amor, para la mayoría de las personas es ancha, muy ancha, porque a cualquier cosa llaman “amor”. Pero esta puerta se va estrechando a medida que ese amor va ganando en calidad y sublimidad. “Nadie ama más que aquel que da la vida por los amigos” (Juan 15,13). Jesús nos invita a pasar por la “puerta estrecha” del amor auténtico, del amor gratuito, de amor sacrificado, del amor que realiza y hace crecer a las personas, del amor que nos hace plenamente felices, del amor de Jesús.
Palabra del Papa.
“Jesús, sé bien que la puerta es estrecha, que el camino es difícil. Veo mi vida y me entra un poco el miedo porque muchas veces prefiero mi comodidad. Muchas veces me conformo con una vida mediocre. Tantas veces me olvido de Ti. Y otras tantas no vivo el mandamiento del amor. Y sé bien que eres justo y me reconozco pecador, ¿qué puedo hacer? ¿Qué puedo pensar al ver que cada día sigo siendo una oveja desobediente y perezosa? ¿Qué te puedo decir cuando Tú sabes bien que soy como ese hijo que se marcha de casa con la herencia y la despilfarra? Pues sí, soy así. Pero creo que Tú me puedes curar. Jesús, pongo en tus manos mi pecado, mi debilidad. Aquí me tienes. Quiero seguir luchando. Pondré todo lo que esté de mi parte para entrar por la puerta angosta. No me conformaré con vivir en la mediocridad. Creo que puedo cambiar, pero no puedo solo. Dame tu gracia y tu luz para que sepa dónde caminar. «La Iglesia no nace aislada, nace universal, una y católica, con una identidad precisa pero abierta a todos, no cerrada, una identidad que abraza al mundo entero, sin excluir a nadie. La madre Iglesia no le cierra a nadie la puerta en la casa. A nadie, ni siquiera al más pecador, a nadie, y esto por la gracia y la fuerza del Espíritu Santo. La madre Iglesia abre sus puertas a todos porque es madre». (Homilía de S.S. Francisco, 24 de mayo de 2015).
4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio)
5.- Propósito. Hoy me comprometo a amar al estilo de Jesús, es decir, a fondo perdido.
6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Señor, al acabar este rato de oración debo agradecerte que me has aclarado todas mis dudas. La puerta estrecha es la puerta del amor. Y el amor es lo único que no cansa, no agobia, no esclaviza, con tal que sea verdadero amor. ¿Cómo poder ser felices sin amar y ser amados? Pero un amor egoísta nos envilece; en cambio un amor gratuito y sacrificado como el de Jesús, nos ennoblece, nos eleva, nos enriquece, nos hace felices. Señor, ¡danos siempre de ese amor!